¿Todos los PRP son iguales?
Todo lo que necesita saber sobre el PRP
A pesar de las grandes expectativas que han surgido sobre el PRP, existe controversia sobre su eficacia real. Esta controversia puede deberse a que en los estudios realizados se ha prestado poca atención a la evaluación de la calidad del PRP. La eficacia del PRP está íntimamente relacionada con la concentración de plaquetas en el producto y con el procedimiento utilizado para su preparación. Según la nueva normativa de la AGEMED, se acepta como definición de PRP “cualquier producto que tenga una concentración de plaquetas superior a la concentración basal del paciente (150 a 350 ´ 109/L)”; sin embargo es evidente que un PRP con una concentración baja de plaquetas supone una disponibilidad escasa de factores de crecimiento y probablemente una menor eficacia terapéutica. Por otro lado, un método de centrifugación, procesamiento, almacenamiento y aplicación del PRP deficiente en alguna de sus etapas puede modificar de forma importante la viabilidad de los factores de crecimiento en el momento de la aplicación clínica o quirúrgica. Esto ocurre especialmente si el procedimiento daña la estructura celular de las plaquetas y libera los factores de crecimiento al medio extra-plaquetario antes del momento deseado (activación durante la extracción o procesamiento).
Un aspecto adicional muy relevante es la seguridad del producto. El procedimiento de preparación del PRP debe realizarse en condiciones técnicas de laboratorio que aseguren la esterilidad del producto desde la extracción de sangre al paciente hasta su utilización clínica.
Otros aspectos que son relevantes también en relación a la calidad del PRP tiene que ver con el contenido de leucocitos y hematíes que tiene el PRP; que pueden modificar del mismo modo su eficacia.